viernes, 28 de septiembre de 2007

Vuelve la pesadilla de los palos


El Betis volvió a perder por culpa de aquella pesadilla que le llevó a estar en Segunda unos instantes el año pasado. Los palos. Hasta tres disparos a la madera estrellaron los de Héctor Cúper, que de no ser por esa falta de puntería, podrían haberse, incluso llevado el partido. Y es que ante el Madrid uno sabe que la puntería es algo crucial si quieres ganar, porque en este aspecto, el Madrid no perdona. Y así ocurrió. Primero Raúl, al transformar un penalti absurdo de Rivas en el área, establecía el uno a cero y en las postrimerías del partido, Baptista, haciendo gala de su habilidad acrobática, remata de chilena en el área grande un balón que antes rebotó en Juanito. Duro golpe para el Betis, que ve como se esfuman los tres puntos que más fáciles ha tenido en todo lo que llevamos de temporada.

El Betis llegaba al Bernabéu con la intención de conseguir de una vez por todas, tres puntos que pusieran tranquilidad en la afición. Cúper, de hecho, no descartaba una victoria en el feudo blanco a pesar de dejarse en casa a José Mari y a Pavone, mientras Schuster minimizaba la visita del Betis, como si de un equipo de segunda categoría se tratara. Como telón de fondo, la polémica televisiva. “¿Lo pondrán por LaSexta? ¿Por el Plus?, ¿Nos quedaremos sin fútbol esta semana?” Estas eran las preguntas más frecuentes de cualquier aficionado al deporte rey. Al final, con la miel en los labios. Ramón Calderón vetó a LaSexta por supuestas presiones al dirigente blanco. Esto traerá cola.

Pero volviendo al partido, el Betis arrancó el partido como nos tiene acostumbrados. Imprecisiones, nerviosismo, tensión, malos balones, pelotazo arriba, etc. Cúper, al verlo se desgañitaba tratando de poner orden entre tanta anarquía. Por la otra parte, el Madrid golpeaba una y otra vez a Ricardo, uno de los mejores del Betis anoche. Las ocasiones blancas se sucedían y Schuster disfrutaba como un niño con lo que veía. El Betis, que formaba defensa con Juanito y Rivas de centrales, y con Melli y Vega en los laterales, era un autentico coladero.

Pero algo se encendió en el Betis. El “CurroBetis” empezó a funcionar. El Betis de las grandes ocasiones empezaba a trabajar. Con Mark González y Odonkor a la cabeza, el Betis montaba buenas contras al Madrid generando buenas oportunidades que ponían en serios aprietos a la defensa blanca. Heinze se volvía loco con Odonkor. El argentino, tenía que pedir un autobús cada vez que empezaba a correr la saeta parda del Betis. El Betis empezaba a tener ocasiones y forzaba el primer corner. Pero la suerte se volvía en contra y el fruto de este trabajo se viene abajo con un mal saque de esquina. En estos momentos el Madrid no había dicho, ni mucho menos, me rindo. El conjunto merengue seguía acechando, y un habilidoso Sneijder devolvía a la realidad a los de Cúper. Primer palo del partido. Lanzamiento de falta del holandés que a duras penas puede tocar Ricardo. Lo suficiente para que el larguero repeliera el balón.

A pesar de esto, el Betis no se rindió. Mark González y Odonkor siguieron intentándolo y en uno de los centros del alemán, Edú trata de golpear al esférico, no llega golpea en al defensa madridista, y de nuevo para Edú. El salvador del año pasado tenía en sus botas el gol pero ahí estaba San Casillas. Para despejar. Pero lo hizo con tal mala suerte que el balón llegó a dominios de Mark González, quien un poco forzado, remató a gol. Pero el balón se fue muy alto por la posición del jugador al tirar. Primer intento claro del Betis. A partir de ahí, el Madrid empezó a bajar la velocidad del encuentro. Quería tocar, controlar, y buscar el fallo, de la defensa verdiblanca, algo que por supuesto, volvería a ocurrir.
Pero volvía el Betis a la carga. Y tras un saque de esquina forzado por Odonkor, Rivas cabecea con potencia y golpea bruscamente el palo derecho de la portería defendida por Casillas. El Madrid daba gracias a la providencia porque ahí podría haber estado el encuentro. El Betis se gustaba y seguía a delante pero pronto cúper les diría que el equipo funcionaba de otra forma, y que tuvieran cuidado con las contras del Madrid. La defensa es lo primero. Así acabó la primera mitad. El Betis se gustaba y el Madrid que sembraba dudas ante un Bernabéu que esperaba algo más. La grada blanca estaba completamente callada.

En la segunda mitad, entró Robben y Robinho, que dieron más velocidad al encuentro. Algo que no le gustó nada al conjunto de las trece barras. Fue el mismo extremo holandés, el que con gran habilidad, se marchó de tres jugadores béticos (entre ellos el negado para todo el partido Somoza), y pone un balón a Raúl en el área. El siete del Madrid lo defiende y Rivas cae cual joven e inexperto en la trampa tendida pro Raúl. Le entra por detrás quitando el pie de apoyo al delantero del Madrid. Penalti. El propio Raúl se encargaría de lanzar la pena máxima para el Madrid. Enfrente, todo un porterazo. Ricardo. El “parapenaltis de la selección lusa”. Tomó carrerilla y marcó engañando totalmente al meta luso. El Madrid se ponía por delante a los 67 minutos de partido.

El Betis no se lo podía creer. Cuando mejor estaba, mazazo del Madrid en una jugada de pillería. Pero había que seguir intentándolo y el Betis, volvía a la carga con sus potentes extremos en acción. Antes sería el turno de nuevo para Robben, que tras un gran pase en profundidad, golpea el balón pero se va a la izquierda de la meta defendida por el luso Ricardo. Pero le tocaba el turno al Betis. Y en un balón botado por Sobis en el borde izquierdo del área grande, golpea en Diarra de manera involuntaria y golpea a larguero. De nuevo la mala suerte se cebaba con el Betis. Otra nueva acción llegaría para el Betis, que en el lado derecho del área grande, pondría un centro que pronto sería despejado pero que con un testarazo de Juande, muy activo en todo el encuentro, devolvería al área ese balón y Mark González, de tiro cruzado, golpeó con fuerza en la escuadra de la meta defendida por Casillas. El Betis seguía gafado de cara a puerta y cada vez faltaba menos para el final. Era el tercer palo. Imposible tener más mala suerte.

El Madrid, que ni mucho menos se relajaba con el gol de ventaja volvía al acecho. Sneijder lanzaba en la frontal del área un potente tiro que paraba Ricardo pero que al tiempo se le escapó de las manos, y Robben, ya en fuera de juego, marcó gol. Acción bien invalidada por el colegiado Pérez Lasa.

El segundo y definitivo gol del Real Madrid, llegaría con un centro botado desde la nada derecha del conjunto madridista. Guti, bota un balón al área y Diarra cabecea hacia atrás ante la falta de interés por despejar de Somoza. Esto hace que el balón salga bombeado hacia Baptista que, demostrando una gran habilidad, remata de chilena en el borde del área pequeña sin que ni defensas ni portero pudieran hacer nada. 2 -0. Todo se ponía cada vez más y más negro para los vediblancos mientras que el Real Madrid, se frotaba las manos con su victoria. La última oportunidad la tendrían los pupilos de Cúper. Sobis aprovecha una mal protección del balón de Heinze para robar el balón marcharse de Cannavaro, mete en el área y toca para Caffa quien con todo el tiempo del mundo golpea potente al balón mandadlo fuera, lejos de la portería de Casillas. El Betis ya no podía ni con su alma.

De nuevo derrota para el Betis, y ya son tres las acumuladas por el conjunto de Cúper que se hunde más en el descenso encumbrando a un Madrid con luces y sombras. El Betis a pesar de mostrar mayor solidez, debe recuperar el tiempo perdido y afinar en la puntería de cara al partido del domingo contra el Mallorca si quiere seguir teniendo opciones a subir puestos en la tabla clasificatoria, ya que otra derrota dejaría al Betis muy hundido en la misma. Atención especial merecerá también el recibimiento de la afición en casa a los jugadores y directivos tras este duro golpe en Madrid. Habrá que observar detenidamente porque la afición estará que trina. Y es que 2 puntos de 15 posibles dicen muchas cosas de este Betis, y ninguna buena.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Mejoría sí, pero insuficiente


Más negro que las axilas de un grillo. Así, están las cosas en el Betis tras la nueva derrota del domingo en casa ante el Valencia. Y es que esta situación saca de las casillas hasta al más sereno de los hinchas verdiblancos. La desconcentración, el desorden y la anarquía fueron los ingredientes de este Betis que sigue sin demostrar lo que pregonaba a los cuatro vientos durante la pretemporada. Firmeza defensiva. Un equipo construido de atrás hacia delante, como le gusta a Cúper que según avanzaban las jornadas, ha ido derrumbándose. ¿Serán por los cimientos?

El Betis llegaba al domingo presionado. Con la intención y la necesidad de ganar. La afición estaba que trinaba, ya que es el peor arranque del Real Betis Balompié en sus cien años de historia. Enfrente un Valencia, con el tan querido Joaquín, que acabó siendo ovacionado por la afición del estadio verdiblanco. Este Valencia también adolecía de ciertas carencias. Pero estamos hablando de otro tipo de carencias, que ya desearía tener el Betis, dada su actual situación.

El encuentro arrancaba bien para el Valencia. Como suele ser costumbre en esta temporada, los de Cúper se encontraban arrinconados en la defensa, sin poder ni respirar siquiera. Las llegadas se sucedían y cada vez estaba más cerca el gol. Sólo llevábamos 15 minutos de la primera mitad. A partir de esos 15 minutos, apareció la luz. El Betis comenzó a apretarle al Valencia. Sobis, que tuvo una gran tarde de fútbol, acompañado de Juande y Mark González, el Betis se echaba arriba. Tuvo posibilidades de abrir la lata pero el caso es que no entraba. Se veía a un Betis distinto. Agraciado con el juego. Parecía que esta jornada, la cuarta, sería la homóloga a la quinta que tuvo Cúper en el equipo con el que hoy se enfrentaba. Pero a pesar del asedio, el Valencia resistía, y con un Joaquín muy activo montaba importantes contras que hacían a Ricardo sudar más que por el calor de la tarde. Así se cerró la primera mitad. Un Betis irreconocible y un Valencia que iba de más a menos para deleite de la afición verdiblanca.

En el arranque de la segunda mitad, todo parecía seguir igual. Pero no. Otra vez. La defensa vuelve por sus fueros. Rivas perdido, Juanito, como siempre descentrado, y Fernando Vega que se merece un descanso largo para Madrid. Todavía Edú, demostraba que el Betis no estaba del todo muerto. Edú. El buque insignia que levanta a la afición y les clama a seguir adelante. Pero en una clara ocasión golpea con mucha fuerza a la bola y desorienta la trayectoria mandándola fuera cunado Hildebrand estaba prácticamente batido. El Betis retomaba esos minutos de gloria de la primera mitad, pero solo era un espejismo. Al final, ocurrió lo que tenía que pasar. En el minuto, 20 de la segunda mitad, Miguel, en una de sus habituales entradas por la banda, se va internando por el borde de área y con un espacio incomprensible fusila a Ricardo que nada puede hacer, ya que la defensa le deja completamente vendido. A partir de entonces, el coco ché despertó. El Valencia, comandado por Joaquín entraba en tromba ante la pasividad y la pájara habituales de la defensa verdiblanca. Defensa a la que habría que cuestionar si sienten en realidad los colores que defienden. Pero lo peor estaba por llegar. En una de las acometidas valencianistas, Angulo recibe un gran balón en el borde del área verdiblanca y deja un gran pase raso a Joaquín que no perdona ante un guardameta que se perdió ante tanta calidad. Será la falta de costumbre. Joaquín, que días antes prometió celebrar el gol con respeto, no hizo más que pedir perdón a la grada por la puntilla. El gol con el sabor más agridulce de su carrera hasta el momento. Ante el gesto del de El Puerto de Santa María, la grada verdiblanca, aplaudió el gesto del ya ex bético.

Poco más se puede contar. Los minutos pasaban y el Betis se estresaba. Pero quien no hace sus deberes diarios no obtiene recompensa y tal vez por eso, la fortuna decidió castigar aún más al Betis con un buen gol de Sobis. El brasileño, tras recibir un pase en largo de Mark González, controla perfectamente el balón, que baja al tapete del estadio, y dentro del área, ante la salida del guardameta valencianista, reorta perfectamente a Hildebrand y empuja el balón a las mayas. Era el minuto 86. Demasiado tarde para reaccionar.

Así, acabó el encuentro al que sólo cabe añadir las quejas a Lopera, y a Cúper pidiendo sus “cabezas” ante el nefasto nivel de juego que se ha exhibido. Juego que la afición desea desterrar enseguida por su bien, y por el bien de su club centenario, ya que no se recuerda otro inicio peor desde 1997. A Cúper le quedan tres jornadas más para arreglar esto antes de poner rumbo de vuelta a Argentina. Que se lo digan a Cantatore.

lunes, 17 de septiembre de 2007

¿Dejá vu?


El Betis ha vuelto a demostrar que lo del año pasado, y lo del anterior, no están tan acabados como parecía. La sombra de la lucha por la permanencia hasta el último momento, es lo que despertó ayer el Betis en Riazor, cuando pasó por la costa gallega vagando como un alma en pena. Y eso, que Cúper afirmaba que sólo pensaban en los tres puntos. Menos mal.

El Betis llegaba a Riazor con ganas de ver qué tal estaría José Mari. El sevillano llegó a despertar algún que otro interés, tras su gol en Granada. También, el conjunto de la Palmera, llegaba a las costas gallegas con la intención de ganar, al no faltar ningún jugador que completara el plantel. Pues, bien. Su imagen fue desastrosa cuanto menos. Y no sólo por el tempranero gol de Guardado tras la indecisión de la defensa verdiblanca. Algo a lo que desgraciadamente, nos vamos acostumbrando. El Betis ni siquiera puso interés en llevarse el encuentro tras gol. Ya que ni tan siquiera al final, crearon peligro importante. Sólo Capi y Sobis pudieron arreglarlo. Pero esta vez no habría milagros. El Betis era justo perdedor.

Volviendo al partido, el encuentro arrancaba de la peor forma. A los 7 minutos, marcaba Guardado tras la ya habitual pájara de la defensa verdiblanca. El tanto fue de lo más absurdo. Nadie podría imaginar que de un inofensivo saque de banda, sacaría el mexicano Guardado un gol gracias a la inestimable ayuda de la defensa bética. Ahora tocaba salir hacia delante. Precisamente lo contrario del sistema del argentino Héctor Súper. Pueden imaginarse el resultado. Un desastre total. La delantera no la olía ni queriendo. La pareja formada por José Mari y Sobis no se entendían para nada. Además, este último se vio obligado a buscar balones atrás, ya que el Betis desde el minuto uno, buscaba jugar al pelotazo buscando a José Mari y Sobis. En definitiva, pasar el muerto a otro. Lógicamente, aquí, los centrales del Depor estaban en su salsa y el Betis seguía por detrás. Así, acabó la primera mitad. Algo que más de un aficionado verdiblanco esperaba ante el nefasto juego visitante.

En la segunda mitad el partido cobró algo de movimiento, ya que hasta ahora, ni Betis ni Deportivo, habían hecho mucho. Fue entonces cuando el Betis se vio muy abajo. Verdú, uno de los mejores en todo el encuentro, lanzó un tiro al palo que casi decidía el encuentro en Riazor. Ante esta situación, los de Súper reaccionaron. Con la entrada de Capi y Fernando, amos tuvieron varias ocasiones de volver al empate. Como vinieron, se fueron. En los instantes finales, el Betis subió con todo a la carga. Tarde para un Betis que al no hacer nada en más de 70 minutos, poco podría llegar a hacer en 20 más.

Con esta derrota, y sobre todo, con este mal juego, se aviva la posibilidad de volver a sufrir otro años más para estar en la máxima categoría. Aún es pronto pero de no corregirse estos desproporcionados desbarajustes, el Betis lo va a pasar muy mal.

Nano lesionado para seis meses
Y esto no es lo peor. Además, el Betis pierde a uno de sus centrales titulares para los próximos encuentros, ya que Vitoriano Rivas Alvaro Nano, jugador del Real Betis Balompié, pasará al menos seis meses de baja, por motivo de una rotura del ligamento cruzado, y que además, afecta al lateral interno de la rodilla izquierda. El médico del Real Betis, Tomás Calero, confirmó hoy la gravedad de la lesión del futbolista, y dijo que "la rotura es completa del ligamento cruzado" y que tiene también "afectado el menisco y otras estructuras".

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Un siglo en verde y blanco

Porque no todos los días se cumplen cien años, el Betis celebra hoy el día más importante de toda su historia, amén del de su nacimiento. Tal día como hoy, 12 de septiembre pero en 1907, nació un equipo que crearía leyenda allá donde fuera. El Betis. Real Betis fue el resultado de la unión del Sevilla Balompié, nacido en 1907, y del Betis FC, nacido tan sólo dos años después. En 1914, en honor a Alfonso XIII, recibe el calificativo de Real. Y forma la nueva sociedad. La identidad a partir de entonces, será el verdiblanco.

Y pronto comenzaría a forjarse una clase., ya que en 1928 ganó su primera Copa de Andalucía. La identidad del Real Betis cambió en 1931. Desaparece la corona (en tiempos de la Segunda República), y el escudo se vuelve más geométrico. Rondaba el año 1932, cuando el Betis sería el primer equipo Andaluz en primera División, y tan sólo tres años después, flamante campeón de la temporada 34-35. Tras estos años comenzaron las vacas flacas para el conjunto de las trece barras. Tiempos difíciles, donde se llegó a tocar fondo en Tercera División. Aquí comenzó a florecer el “manque pierda”. A pesar de haber conseguido grandes victorias antaño, el Betis yacía malherido en el raso de la competición oficial. Pero aun así, la hinchada, siempre ferviente, volvía una y otra vez a ver al Betis. Aunque último estuviera, siempre le ven campeón. Manque pierda, tuyos siempre.

Las grandes glorias se hicieron esperar, ya que no fue hasta 1977, cuando el Betis, estando de nuevo en primera, se hacía con su primera Copa del Rey (antes trofeo del Generalísimo, durante la dictadura española). Esnaola, Cardeñosa, y todo el plantel del momento serán recordados por siempre por la afición verdiblanca al inaugurar un casillero de trofeos inédito hasta entonces.

Tras estas glorias, el Betis siguió creciendo. Así, y a mediados de la década de los ´90, el Betis cobraba la forma escénica de los grandes. Finidi, Jarni, Alfonso, Kowalzick, Roberto Ríos, Denilson, Oli. Así, se llegó a la semifinal de 1997. El gran Lorenzo Serra Ferrer. Siempre querido por la afición bética, llevaba a una final al Betis en la eliminatoria nacional del K.O. No hubo suerte. El Barça ganó en la final del Calderón. No pasa nada. La afición siempre ha estado ahí. En las malas. Muchas más lo estará en las buenas. Pero la historia siempre da una pequeña oportunidad para la vendetta. Fue en 2005. El Betis ganaba gracias al ahora querido delantero del Cádiz, Dani. 1977 estaba presente en la memoria de todos. Mención especial merece en este aspecto Doblas. El meta tuvo la noche mágica un paso antes de la final. Dominó las penas máximas frente un At. Bilbao que recordaba al gran temido de antaño.

Y tras la Copa Del Rey, llegó a la Liga de Campeones. El Betis se la jugaba en la Previa de la Champions frente a todo un Mónaco. Pero ahí estaba el brasileño de botas de oro. Oliveira decidió en el Louis II de Mónaco y el Betis estaba en la Champions. A partir de ahí, también quedó de relieve la naturaleza del Betis. Se repuso del primer mazazo en el debút frente al Liverpool, y plantó cara al Andrlecht. Costó abrir la lata. Silvio Proto guardameta titular de la selección belga, paraba una y otra vez las acometidas del Betis. Pero de nuevo el astro Oliveira decidió para el Betis. Ahora tocaba el coco del grupo. El todopoderoso Chelsea. Miedo daba verles. Tan solo uno de esos grandes nombres podría acabar con el Betis, pensaban. Pero no. El Betis volvió a demostrar que no existe parangón con el club de las trece barras. 1-0. Y gol del héroe de la copa. Dani. Así empezó una noche que continua hasta hoy en la mente de todos los béticos. Una noche que jamás acabará. El Betis volvió a escribir historia.


Y para mención especial, el video del Centenario, que representa todo lo que es Betis, ha sido, es y seguirá siendo. Un club señor:


Centenario Especial.
Pero si este centenario tiene algo de especial es por la unión ejemplar que muestran las que se supone son las aficiones más rivales de Sevilla. De hecho, esta noche, José María Del Nido, Presidente del Sevilla, junto con los representantes de los principales clubes andaluces, acudirán a la cena que cerrarán los actos de este día tan memorable. Lástima que el motivo de esta unión venga por la tan traumática defunción del lateral del Sevilla, Antonio Puerta.

Por hoy, Sevilla será totalmente verde. Glorieta Olímpica, banderas que hondean en toda la cuidad, monumento a la afición… Todo es poco para conmemorar un siglo de victorias, de derrotas, de amarguras, pero también de grandes alegrías. Tensión, amor, pasión, unión, y el siempre defendido “manque pierda”. Pero no os confundáis. El Betis es mucho más que un sentimiento, que un escudo una bandera, mucho más que todo eso, más allá de las fronteras, siempre habrá alguien que diga, “Viva el Betis Manque Pierda”, y así sonarán los oles, al final de La Palmera.

martes, 4 de septiembre de 2007

Bendito minuto de gloria


Seguramente el Betis, durante este parón liguero, vaya a hacer una nueva ofrenda al Jesús del Gran Poder. Y no es para menos. Empatar un 0-2 adverso en tan sólo un minuto. Concretamente en el 83. Esto fue recibido por la grada del estadio verdiblanco por una ovación propia de las noches de Champions. Nunca la afición se alegró tanto de conseguir un empate en casa.

El encuentro se antojaba interesante. El “coco” del Betis, el Espanyol, con media plantilla lesionada acudía al Ruiz De Lopera, en busca de los tres puntos que le permitieran seguir escalando puestos. Empezar con buen pie siempre es bueno. Y este apelativo no es para menos. El conjunto de La Palmera, no ha ganado al Espanyol nunca en ninguno de los últimos encuentros disputados en el feudo verdiblanco. Y esta no iba a ser diferente.

Todo arrancó con un sentido y emotivo gesto de la familia verdiblanca hacia la sevillista. Todo el Ruiz De Lopera alzó crespones negros en señal de duelo por la muerte del jugador del Sevilla Antonio Puerta. Minuto de silencio que, por cierto, Melado, el spiker de la arena verde, cerró con un “que dios te mantenga siempre la juventud”, tras el Padre Nuestro.

Pero eso no es todo, el once inicial verdiblanco parecía vestir la primera equipación del Centenario, como si nada ocurriera. Nada más que una falsa alarma. Al dorso encontrábamos la respuesta. Puerta, 16. Todos. Los once. Las mismas que el Betis, en recuerdo del lateral zurdo, ha producido expresamente para todos los béticos que lo deseen. Gran y sentido homenaje de este conjunto, que con gestos así, es como se forja una leyenda.

Pero vayamos al desarrollo del encuentro. Este comenzó con un betis lento. Poco atento en defensa, como ocurrió en Huelva. Esta vez Babic calentaba el banquillo, y Fdo. Vega se encargaría del lateral en señal de castigo al espeso partido del croata en la capital onubense.

El Espanyol no tenía prisa. Se sentía bien en campo ajeno. Controlaba el centro del campo y tenía todo el partido de cara. Sólo Caffa arrancaba el encuentro en su sitio generando algo de peligro a la meta defendida por Kameni. Los verdiblancos cerraron una primera parte llena de imprecisiones, en la que Moisés y Ángel camparon a sus anchas ante la mirada de Rivera y Somoza, negados toda la primera mitad. Si a esto le unimos que Luís García tuvo su tarde, alcanzamos a entender el por qué del 0-2. El primero llegó en el minuto 32. Luís García marca tras el pase de la muerte de Zabaleta casi en la línea de fondo, donde a pesar de encontrarse sin ángulo, entró hasta la cocina. Nada pudo hacer Ricardo. El Luso no pudo ni moverse antes de que el balón llegara a las mayas. Después ya fue tarde. Tras este gol, se esperaba que los locales apretaran. Y a pesar de encontrar un resquicio de esperanza, sólo fue un espejismo. El Espanyol se sentía muy cómodo en Heliópolis, como de costumbre, y no iba a marcharse tan fácilmente. Por eso, y tan sólo diez minutos después, Luís García metió la puntilla para los de Cúper. 0-2, y todo cuesta arriba.

El Ruiz De Lopera no para de pitar. Este Betis recordaba los peores momentos de la temporada pasada y tres temporadas ya eran mucho, así que el miedo en la grada era latente.

Y así se cerró la primera mitad, esperando un lavado de imagen para la segunda mitad. En los segundos 45 minutos, el Betis mejoró, algo fácil de conseguir, dada la imagen hasta entonces. Cúper se percató de la falta de llegada, curiosamente algo que mencionó días antes del choque como algo preocupante, y dió salida a Capi y a Mark González. Durante los primeros 20 minutos de la segunda mitad, ya encontramos mejoría. Las ocasiones, al menos, se generaban. Sobre todo gracias al correcaminos Odonkor, que llegó a recordar al maravilloso Gento, dando cabalgadas por la banda y combinando grandes centros. De hecho, el alemán tuvo varias oportunidades para abrir la lata verdiblanca, y también las tuvo Pavone, que salvo una buena acción en la primera parte, frustrada por un oportuno pie de Kameni, volvió a demostrar poco.

Aun así, el gol no llegaba. El tiempo avanzaba y parecía que el Betis volvería a las andadas. Kameni se convertía en las pesadillas de los béticos, frenando una y otra vez los intentos por marcar. Al menos el Betis parecía bien plantado. Pero el Espanyol no estaba ni mucho menos, acabado. Aun con 0-2, Luís García era un arma de doble filo para el Betis, gracias a las contras de este magnifico Espanyol de Valverde. Podía pasar de todo. El 0-3, el 1-2, o lo que luego ocurriría, el 2-2.

Y llega el minuto soñado
Al final, entre el minuto 83 y 84 de partido, los verdiblancos se vistieron de galácticos y apretaron como nunca. Producto de este ataque, y tal vez, del cansancio del Espanyol, llegó el gol de Fernando, a pase espléndido de Ilic, batiendo por alto al meta camerunés. La cosa se acortaba. Un sólo gol separaba al Betis de alcanzar al menos algo con lo que poder seguir soñando y evitar las pesadillas del año pasado. Y el gol llegó. Cómo no, el omnipresente Speedy González, puso un espléndido balón en la frontal del área al llamado a explotar definitivamente este año. Sobis, con toda la naturalidad de mundo, controló el balón y protegiendo el esférico se adentró en el área, se despojó de los defensas, y recortó espléndidamente a Kameni, batiendo por segunda vez al guardameta perico. La grada no paraba de cantar, saltar, brincar, reír, y llorar. El Betis había conseguido en un minuto lo que no hizo en más de 80. Es la gloria del fútbol.

Y aún pudo haber más, si los de Cúper llegan a tener algo más de precisión de cara a puerta. Al final, empate que sabe a victoria y un empate que debe hacer reflexionar al técnico verdiblanco. Se debe mejorar en todos los aspectos. Esperemos que este parón liguero sirva para mejorar todo lo que en la primera mitad fue un desastre".

Cúper: "No me gustan estos partidos"
"Hemos vuelto a tener un mal primer tiempo, hemos estado mal en el centro del campo, y hemos cometido varios errores que nos han costado goles. Pero al menos como el otro día en Huelva hemos tenido una buena reacción, controlando más el juego, porque teníamos el balón y creábamos ocasiones. En eso nos ha ayudado mucho la salida de Capi", ha señalado Cúper.

Ernesto Valverde: "Nos vamos con un sabor agridulce"
"No me gustan este tipo de encuentros, porque el control del juego hay que tenerlo, y nosotros no lo hemos tenido". Con todo, ha valorado "el enorme esfuerzo de los jugadores" y el valor del punto, que dará "ánimos". "Una derrota habría sido muy dura, nos había dejado KO en estos momentos".
"Nos marchamos de Sevilla con sabor agridulce porque no ganamos, pero sí se hizo un gran partido". El técnico señaló que en el momento de la reación del Betis que "estaba más cerca del 0-3", pero matizó que "sabíamos que si marcaba el Betis podría ocurrir lo del final". Sobre si el resultado fue justo, Valverde dijo que "ellos, por las ocasiones dirán que no, y nosotros tuvimos también para sentenciar". "Pero el resultado es el que es al final, el Betis se lo trabajó y nosotros hicimos un buen partido y al final sufrimos" espetó.

sábado, 1 de septiembre de 2007

José Mari, el refuerzo del gol para Cúper


Horas trepidantes las vividas en el día de ayer. El mercado cerró anoche sus puertas con una gran cantidad de equipos trabajando a marchas forzadas. De hecho, y como nos tiene acostumbrados Lopera, el Betis incorporó, a última hora, el delantero tan solicitado por Cúper al ahora, delegado del conjunto de las trece barras.

Este delantero no es otro que el ex sevillista José Mari. El jugador, de 28 años, comenzó a sonar en la tarde del jueves, tras irse al traste la negociación por el delantero del AZ Koevermans. El holandés, que ronda la edad de José Mari, se decidió por el PSV, ya que según el propio jugador quería seguir en Holanda, y poder así, contar para Van Basten y la Eurocopa. En este sentido, los rumores apuntan a Van Gaal, conocedor de España y de Lopera, como máximo responsable de la frustración de su fichaje.

Por ese motivo, comienza a sonar, en la tarde del jueves, el nombre del ex del At.Madrid, Milán y Sevilla entre otros. La negociación no es del todo clara, ya que, según han podido saber diversos medios, aún no se sabe si llega con la carta de libertad de su club, el Villareal, o en su lugar, supone un desembolso económico.

José María Romero Poyón, firmó ayer por 3 temporadas a razón de 1´5 millones de euros por cada una de estas, algo menos que lo que cobraba en el Villareal.

El jugador, será presentado el martes, a las 13.00 horas, junto con otra de las incorporaciones, en este caso, para la defensa, William Lima. El ya ex jugador del At. Mineiro, de tan sólo 22 años de edad, ha costado 2´8 millones de euros al conjunto de La Palmera. Su retraso en la presentación y firma se debía a que sin cumplimentar el pasaporte de jugador comunitario, no podría formar parte de las filas del Real Betis.

De los fichajes a las salidas:
En el apartado de salidas, mucho se ha hablado de la salida de Miguel Ángel al Levante, o Mallorca estos días. Pues bien, finalmente, el jugador catalán, volverá al equipo en el que ya formó hace años durante una temporada, en calidad de cedido. Por otra parte, el Betis se ha reservado una cláusula que determina que el jugador no podrá jugar con el conjunto verdiblanco durante su estancia en Valencia.

Comienza la temporada, los nervios, la tensión. Esperemos que esta tensión, estos nervios, sean en el sentido positivo, ya que el beticismo no aguantará otro descalabro semejante al del año pasado. Y menos en el Centenario. En caso contrario, rodarán cabezas.