martes, 26 de junio de 2007

Lopera impone su deseo al del beticismo


De todos es sabido que el máximo accionista del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, es alguien muy peculiar en la forma de negociar. Como buen estereotipo de español, Lopera dejó las negociaciones con Marcelino, ex del Recreativo de Huelva, para el final. Tanto se retrasaron las conversaciones que el asturiano acabó por cansarse y se rindió anoche: "Tengo muy pocas posibilidades de entrenar al Betis ahora mismo. Ya hemos cedido en muchas cosas pero no puedo ceder a mis pretensiones porque no me creo capacitado para sacar un rendimiento a esta plantilla. Empezaré a negociar con el Racing”. Así, de contundente se mostraba el técnico en sus declaraciones al programa El Pelotazo, de Canal Sur Radio. Y no es para menos. Lopera ha estado jugando con las buenas intenciones de este noble entrenador (de los que me atrevo a decir que ya no quedan).

Desde un primer momento, Marcelino García Toral, dejó claro que “yo no se entrenar a 26 o 27 futbolistas”. El técnico se mostró firme en sus pretensiones. Quería un equipo con el que se pudiera trabajar, y nunca mayor de 26 o 27 jugadores. Además, quería como único fichaje al jugador del Villareal cedido en el Recre Santi Cazorla, al tiempo que avalaba los demás ya realizados. Por otro lado deseaba una ciudad deportiva saneada y un grupo de personas encargadas de la relación del club con los medios. Y es que la imagen de este Betis está por los suelos. Sólo la afición sigue mostrando la cordura a la que estamos acostumbrados. Y mientras, desde los cargos del club se arremete contra ellos. Para que lo entiendan. Es como si el Presidente de Gobierno arremetiera contra todos los españoles acusándolos de ser la causa de todos los males de España.

A lo largo de la semana hemos estado oyendo de todos. Que si Marcelino estaba hecho (según AS), que si ahora venía Lillo, Braga, Víctor Muñoz, etc. Marear la perdiz. También llegamos a escuchar que el máximo accionista había cedido en todo salvo en el ámbito de la relación con los medios (parece ser que de eso se encargaba él). Y ya es difícil domar a un hombre que presiona para hacer dimitir a sus entrenadores, algunos sólo por el mero hecho de decirles lo que ahora Marcelino pregonaba a los cuatro vientos. Sobran jugadores.

De nuevo se toma al beticismo por el pito del sereno. Y eso que ya se había pronunciado sobremanera con las pintadas a favor del técnico asturiano en el propio estadio. Con esto, Lopera ha conseguido desviar la crispación del ambiente por un tiempo. Ahora se espera una reacción masiva de la afición, que ponga contra las cuerdas al máximo accionista. Algo que no es de extrañar viendo cómo se está gestionando la adquisición de los próximos jugadores de la plantilla.

Lopera ficha per sé. No consulta. ¿Quién sino el que más quiere al Betis puede hacer de él un club grande? Mientras, Chaparro se pone a los pies del emperador. Textualmente, hará “lo que el club quiera”, al tiempo que echa por tierra el trabajo de Marcelino, negándole los cambios necesarios para volver a la grandeza.

En definitiva. Vuelve el baile de nombres, fichajes, culebrones y reuniones en Jabugo hasta la madrugada por saber quiénes formarán parte de este club la próxima temporada. No se ustedes pero un servidor, que hasta ahora consideraba el periodo de fichajes como la salsa del fútbol, se empieza a cansar de que las cosas se hagan tarde, mal y nunca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por un lado no puede fichar porque no tiene parné circulante para tal fin, solo "a comodos plazos y contratos matusalem para amortizar las inversiones farusianas" en relación a los jugadores, aunque tenga el famoso "rol de 100 por cada sitio del equipo y entrenador", ¡¡¡ vaya cuento chino o milonga ¡¡¡.
-A casi todos los tantea y a casi ninguno a pesar de los pro-formas no los contrata, siempre y cuando sean de caché el pelotero o el entrenador que se visten como se tienen que vestir los hombres profesionales.
-La segunda fase son aquellos que se presuponen profesionales pero "tragan con las ruedas del molino ruiz" en sesiones maratonianas nocturnas, con alevosía y premeditación malévola como las cláusulas leoninas de imágen, cesión a otros clubes, etcª.
Con lo cual se llega por enésima vez a una plantilla malísimamente gestionada y planificada en plena pretemporada y un mister teledirigido "cucharón/tragón de todo lo indigestivos ruices" que no tiene los mimbres necesarios dado que no les dió el OK. en su día como escacharraos galácticos¡¡¡ pues son "más pavones que zidanes".
LO PEOR-UNA VEZ MÁS-ESTÁ POR LLEGAR Y ENCIMA EN NUESTRO REAL CENTENARIO DEL REAL BETIS BALOMPIÉ el de TOD@S InSORBONABLES CON NUESTROS SENTIMIENTOS ANÓNIMOS VERDIBLANCOS.